domingo, 22 de marzo de 2015

In love

¡Buenas noches señoritas y señoritos!
Hoy les traigo un relato, el original mío es en catalán pero como se que muchas de vosotras no lo entenderéis lo he traducido al castellano. Espero que os guste.

Me enamoré de una silueta

Y aquí estoy. A la misma hora, el mismo día, en la misma habitación de siempre. Como cada tarde, comienzo a bailar la misma melodía de siempre, la que es tan especial. Me gusta hacer saltos, girar, cambiar algún paso aquí, algún por allí ... Entre estas cuatro paredes me siento a gusto, viva.
Bueno, en realidad son tres paredes, porque la cuarta la sustituye un cristal al que le han dado una capa de pintura. Como si llegara a ser una pared. Dejé de buscar sentido a este vidrio hace mucho tiempo, siempre ha estado ahí.
Este es mi gran rincón, una sala que he acabado haciendo mía. Yo, la música, el polvo acumulándose en las esquinas, esta pared de vidrio con una mano de pintura blanca y ... el chico que hay detrás de él. Es lo bueno del vidrio-pared, es bastante cristalino para poder intuir lo que hay detrás.
Y como cada tarde, es él el que está detrás. Él no hace saltos, ni giros, él sólo toca el piano y es el más talentoso que he podido escuchar. A veces pienso que toca por mí. Para mí. Porque siempre está cada tarde, a la misma hora, tras el mismo cristal de siempre. Creo que se convirtió en la única razón por la que sigo viniendo aquí. Se convirtió en la razón por la que sigo bailando.
Todas las tardes el encuentro removiendo hojas, supongo que sus partituras, siempre está antes de que llegue yo. Y todas las tardes como una tonta bailo observando su silueta, luciéndome y siguiendo su música. Él, con sus melodías inspiró la primera coreografía que creé, con su armonía, acelerando el tempo o calmándolo, las pausas y las repeticiones. Bailar con su música es el más bonito y dulce que puede haber.
Transmite tranquilidad. Siempre se va antes de que lo haga yo, pero nunca me atrevo a salir de la habitación y decir un simple "Hola". Me paralizan las preguntas.
¿Me verá él también?, ¿sabrá que bailo al son de su música y sólo para él ?, ¿sabrá que existo? Me conozco de memoria todos los ritmos suyos, los matices ... Me gusta moverme con cada nota suya, hace que este momento sea especial.
Hace que siga queriendo bailar esta melodía una y otra vez, hasta que se dé cuenta de la importancia que es para mí. Sé que si lo viera por la calle, sabría que es él por su forma de crujirse los dedos, ya que siempre antes de empezar tocar lo hace. Pero él ni siquiera sabría quién soy yo. No me imagino lo que es estar delante de él, creo que me quedaría bloqueada por su mirada. Una mirada que no sé como es.
No sé su nombre, pero de alguna manera sé que pronunciado en mis labios debe sonar como el más bonito del mundo. No sé cómo es el sonido de su voz, pero escuchada en mis oídos parecerá la melodía más dulce que pudiera sentir.
Y seguirá siendo así, sin poder saber su nombre, ni el sonido de su voz, ni cómo es su mirada, porque soy demasiado cobarde como atreverme a pasar a la habitación de al lado. Sólo nos separa un cristal mal pintado.

Me enamoré de unos brazos que nunca me rodearán. De unas canciones. Del movimiento de unos dedos. Me enamoré de una silueta. Pero con eso me conformo con ver tocar a través de un cristal. Llamándolo "él", soñando con algo que nunca será ¿o sí?

¿Qué os ha parecido? ¡Comentad!

xoxo
Lady Ani

2 comentarios:

  1. Wow! Tienes un gran talento! Casi he podido escuchar el piano. Me ha encantado la historia.
    Sigue adelante con tu blog. ¡¡¡Me fascina!!! <3
    Besos

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    Respuestas
    1. Muchas gracias!!! Eres el primer comentario que recibo, no sabes la ilusión que me hace oír eso. ♥

      xoxo
      Lady Ani

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